Zorzal
Pinot Noir 2012. Salvaje, indomable, conserva los aromas del terruño de
Gualtallary donde es criado y elaborado amorosamente por los hermanos
Michelini. Cada año, desde que lo probé
por primera vez, me sorprende. Y sorprenderse es, en algún punto, enamorarse.
- - Mariflor
Pinot Noir 2011. Delicado, fragante,
sugerente, atrae y encanta los sentidos con absoluta sutilidad. Tengo un
cariño especial por esta cosecha porque participé, brevemente y con mucho
cariño, en su elaboración.
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Imperfecto
2010. Daniel y Gonzalo Pi, padre e hijo lo lograron. Es la imperfección en él lo que encanta.
Suave, aterciopelado, suave y a la vez recio, viril, masculino. El hombre del
que te quisieras enamorar si fuera un vino.
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Saint
Felicien Malbec 2009 Catena Zapata. Sé que no soy novedosa al recomendar
este gran vino, pero nunca me canso de decir cuán noble, persistente en
calidad, fino y equilibrado es este Malbec elaborado por un querido amigo,
Alejandro Vigil y su equipo (en el que también se cuentan otros amigos). El
amigo fiel del que también te podrías enamorar.
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Pulenta Estate Gran Corte 2009 un blend
que además de Malbec, tiene Merlot, Petit Verdot, Tannat y Cabernet Sauvignon.
Muy bueno. Entrada dulce, largo, equilibrado, buena acidez, buen agarre, nariz
media
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Andeluna
Pasionado Cabernet Franc 2008. No sólo tengo un gran aprecio por su actual
winemaker Manuel González, sino que el nombre del Pasionado lo dice todo: un
vino llenísimo en boca, voluptuoso, seductor e irresistible. Para comerse a
besos.
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Salentein
Brut Nature 2012. Para enamorar.
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Baron B,
de Chandon. Para seguirse enamorando.